martes, 4 de marzo de 2014

La avaricia ¿un boomerang?



Hay personas que viven para acariciar el dinero.
Contar el dinero.
Oler el dinero.
Dibujar cifras.

Hace tiempo las conozco y las he padecido.
Es más,... las sigo padeciendo.
Sumas y restas sirven para contar relaciones.
Divisiones significan desiguales repartos.
Multiplicaciones equivalen a beneficio de poder, para ejercer el control.

No entienden de amor, sentimientos, lealtad, sencillez, virtud, generosidad, desprendimiento....

Estas personas enseñan a otras personas a que no debe perderse la ingenuidad. El mensaje puede captarse tarde, ....¡pero lo enseñan!

Solo queda recordar que la vida es un boomerang... que devuelve lo que se envia. El amor, cuando es generoso, se recibe generoso. El afecto, cundo no se rodea de interés, se devuelve tal cual, o con más afecto. ¡O no!, incluso se devuelve duplicado.

Hay profesiones que actualmente están denostadas. No por ejercicio de la misma, claro, sino por la persona que la ejerce. Hoy se recurre al ingenio y a la maldad para asustar a viejecitas con términos legales, a viudas indefensas, a tocar fibras sensibles que provocan vómitos por la pluma o la boca que las pronuncia.

Pero la vida es un boomerang. Lo que se lanza... se recibe. Y hasta puede que duplicado.

Ya decía el filósofo que a veces la mayor de las satisfacciones está en no luchar, cuando todo está limpio y en orden; sino en sentarte en tu puerta y ver pasar delante de ti a los cadáveres de tus enemigos.

El arte es parte de nuestra vida, es esencia, es inteligencia, es sabiduría, es elevarte a un mundo en el que leguleyos de tres al cuarto (y aspirantes a leguleyas) jamás podrán acceder. Por eso se vuelven "especialistas asustaviejas". Tal vez para llevar a su mesa ese plato de lentejas con olor a jamón, pues son incapaces de agregar a su sustento alguna delicatessen obtenida por mérito propio, que camufle su fétido olor.


El arte no se da, ni se regala, ni siquiera se transmite a quien no tiene la sensibilidad de entenderlo. Por eso no lo pueden prohibir. Y de un arte nacerá otro arte, y tal vez luego otro arte...Pero siempre se podrá abrir un espacio en el que manisfestar con arte la denuncia de situaciones vejatorias y coaccionantes.

¡Ayyyyyy!..... cuánta tristeza hay en sus actos. Cuanta censura.  Cuanto vacío. Cuantás carencias. Cuanta avaricia.
Pero la vida es un boomerang. Recuerda...: Lo que mandas al universo, se te devolverá duplicado.


/AnA Galindo/

 

4 comentarios:

Rosy dijo...

Totalmente de acuerdo y suelo fijarme en las caras y los ojos. ..y allí se ve la huella ...
Un beso Ana Galindo ...

Anónimo dijo...

En estos casos, una recomendación:

Hay una persona (no viejecita, ni viudita precisamente) que tiene madre, padre, madrastra y padrastro (afortunadamente, y en ese orden) que darían su vida por ella, y que se sugiere.... no traten los "asustaviejecitas" de jugar con su nombre y sentimientos. Recordarles a los avariciosos que ella misma tiene recursos económicos propios para defenderse, goza de autonomía e inteligencia, aunque sea la bondad su virtud más característica. Pero por si acaso, y a ella le faltara algún tipo de apoyo... están su madre, su padre, su madrastra y su padrastro que también la respaldarían económicamente si vuelven a hacer uso de su nombre en alguno de sus libelos.

La interpretación de lo escrito, lo dejo a vuestro antojo.

Antorelo dijo...

Su amor es el dinero.
Saludos

Sara O. Durán dijo...

La codicia, la avaricia, qué bien lograda tu entrada. La vida es un boomerang, no hay que olvidarlo.
Besos de anís, Ana.