sábado, 14 de marzo de 2020

Intrusos



Antes de ataviarse con sus mejores galas, previo a la génesis de sus infumables arrebatos, se despojaba de toda aquella hipocresía civilizada, la misma que siempre camuflaba a esa salvaje que a veces rebrotaba cuando se sentía segura a solas, sin ninguna mirada que la observara. O cuando la noche, enajenada de intenciones sublimes, la desvestía de cualquier mimetismo que tuviera por orden el caos de la perfección.

Entonces, las afiladas cuchillas que rompían la palidez de sus dedos se clavaban en aquel asfalto de masa candente que buscaba apropiarse de las blancas intenciones que ella cultivó con honor.

Territorios quemados, que lucían en un negro micro-universo infecto, plagado de estrellas de neón. 

Probablemente, a la mañana siguiente, ya solapada, tendría que contar muchas veces, “qué pena de oportunidades valiosas. Yo no soy así”


/AnA GaLinDo/ 

[Fotografía Ana Galindo]

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