El tiempo no curó ninguna herida
Las curaron las madrugadas en las que luché con mi mente.
Las curaron los silencios que me hicieron escucharlo todo.
Las curaron los abrazos que me di a mí misma,
y ese rayo de sol que acarició mis penas.
Las curaron las noches que no me atreví a rendirme.
Las curaron los poemas que comencé a deshacer,
dando espacio a los propios paréntesis y a los puntos y finales.
Las curaron las letras que no leí y las palabras de compasión recién inventadas.
Las curaron las caricias que otorgué a mis miedos,
cuando diagnostiqué que no conocía otra forma mejor de amarme.
Las curé cuando me pedí perdón por todo el daño causado,
cuando te pedí perdón por incluirte en mi vida
para vivir una historia donde no cabían más cuentos.
Las curé YO cada vez que, a pesar de todo,
SONREÍ.
El tiempo, solo fue
un cómplice complicado
un compás arrítmico
un amante imaginario
un cáliz amargo
un aria de plegarias
un bucle con quebrados.
Mis momentos de expansión
mis causas elevadas
una visión
un argumento
mi mejor manifiesto.
Mi reconexión.
/AnA GaLinDo/
[Imágenes de álbum personal]
Texto e imágenes con @copyrights
4 comentarios:
Maravilloso. Intenso. Amor del bueno.
Nutricia entrada repleta de excelentes pensamientos. Me complace muchísimo tu lírica y esta entrada posee esplendor. ¡No existe nada como el sistema autodefensivo de la poesía interior! Bravo!!!
¡Y Buenos Días! 🕴🪔
Buenas noches, Juan. Gracias por tus palabras
Buenas noches. Gracias Juan por tus palabras.
Publicar un comentario