domingo, 17 de julio de 2022

S-aNa-cióN y T-iem-Po



 El tiempo no curó ninguna herida

Las curaron las madrugadas en las que luché con mi mente.

Las curaron los silencios que me hicieron escucharlo todo.

Las curaron los abrazos que me di a mí misma,

y ese rayo de sol que acarició mis penas.

Las curaron las noches que no me atreví a rendirme.

Las curaron los poemas que comencé a deshacer,

dando espacio a los propios paréntesis y a los  puntos y finales.

Las curaron las letras que no leí y las palabras de compasión recién inventadas.

Las curaron las caricias que otorgué a mis miedos,

cuando diagnostiqué que no conocía otra forma mejor de amarme.

Las curé cuando me pedí perdón por todo el daño causado,

cuando te pedí perdón por incluirte en mi vida

para vivir una historia donde no cabían más cuentos.


Las curé YO cada vez que, a pesar de todo,

SONREÍ.



El tiempo, solo fue 

un cómplice complicado

un compás arrítmico

un amante imaginario

un cáliz amargo

un aria de plegarias

un bucle con quebrados.

Mis momentos de expansión

mis causas elevadas

una visión

un argumento

mi mejor manifiesto.

Mi reconexión.


/AnA GaLinDo/ 

[Imágenes de álbum personal]

Texto e imágenes con @copyrights


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravilloso. Intenso. Amor del bueno.

JUAN dijo...

Nutricia entrada repleta de excelentes pensamientos. Me complace muchísimo tu lírica y esta entrada posee esplendor. ¡No existe nada como el sistema autodefensivo de la poesía interior! Bravo!!!
¡Y Buenos Días! 🕴🪔

Anónimo dijo...

Buenas noches, Juan. Gracias por tus palabras

Ana Galindo dijo...

Buenas noches. Gracias Juan por tus palabras.