sábado, 23 de septiembre de 2023

Despedida. El No Tiempo.




Cuando cumplir años se ha convertido en el mejor momento de reflexión y serenidad, les confieso que casi nada ha salido como yo lo había imaginado hace 20 años.

"Por donde dije que jamás iría, acabé yendo.
Las escaleras que prometí no subir en la vida, las subí de dos en dos.

Tuve amores que su máxima aportación a mi caudal de experiencia fueron tres tristes poemas de personas tristes, y una ilusión ficticia de permanencia y a veces hasta de hogar. 
Me dejaron tirada sin ningún verso alegre que justificara  encontrar dedicados los mismos poemas a otros amores.
 
He tenido amigos con los que ahora ya no me une nada y por el camino he encontrado personas maravillosas con las que hace años no hubiera compartido ni un café.

He viajado a lugares sin el mapa de ruta, sostenida solo por la grandeza del ser.

He peleado hasta la extenuación por causas perdidas en las que ahora no invertiría ni un minuto de mi tiempo, y he encontrado el sentido de mi vida en momentos que hace años me habrían pasado inadvertidos.

En una semana cumplo años y me estoy despidiendo de este antiguo papel en un escenario que ya no se ajusta ni tan siquiera a los pliegues de este liviano chal".

Cuando una mujer toma la decisión de abandonar el sufrimiento, la mentira y la sumisión. 

Cuando una mujer dice desde el fondo de su corazón: ‘Basta, hasta aquí he llegado’, ni mil ejércitos de ego y ni todas las trampas de la ilusión podrán detenerla en la búsqueda de su propia verdad.

Ahí se abren las puertas de su propia Alma y comienza el proceso de sanación.

El proceso que la devolverá poco a poco a si misma, a su verdadera vida, a recordar…

Y nadie dijo que ese camino sea fácil, pero es ‘el Camino’.

Esa decisión en sí, abre una línea directa con su naturaleza salvaje y es ahí donde comienza el verdadero milagro.


Por ahora me despido un tiempo (en el día sin tiempo) de este blog que tanto llenó de vida y amargura mi corazón.

Ya no sé escribir poemas de amor, …ni tampoco pensamientos de desamor.

Ya no son importantes para mí, y confieso que no me reconozco en casi ninguno de los anteriores.


Solo me confieso interesada por el ritmo que marca mi corazón cuando inhalo toda la belleza y pasión que soy capaz de recibir y exhalo el aliento alquimizado que tengo el poder de entregar.

Ahora ya soy la hacedora de sueños, mi propia maga.


Sigo leyéndolos, y sigo creando poemas, pero esta vez con los lápices de mis días.

Gracias por existir. El viaje quizás valió la pena.

Todos fueron mis maestros.


                                          /AnA GaLinDo/ 

[Fotografía personal]



 

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