Paseo junto al mar.
Septiembre siempre supuso un cambio y un reto.
Buscar horizontes y añadir un color.
Avanzar.
Septiembre significó un comienzo que sigue permaneciendo impreso en mi código vital.
La velocidad de acciones y el ritmo frenético y hormonal que suponían los encuentros y renovaciones han dado paso a una calma inusual. Mi segundo septiembre que recibo este reto sin prisas y con perspectivas globales.
No echo de menos ya los abrazos y las sorpresas que entrañaban (algunos se encargaron de desvanecer la ilusión a base de puntapiés) No sé si es bueno o malo, pero “casi” no los añoro.
Ahora disfruto, y hoy más que nunca, de este plácido y creativo sosiego, que sigue buscando un azul que pintar.
Y seguir reciclando el amor.
Cómo decía Sabines:
“Los amorososvivimos al día, no podemos hacer más, no sabemos.Siempre nos estamos yendo,siempre, hacia alguna parte.Esperamos,no esperamos nada, pero esperamos”
/Ana Galindo/
Fotografías Ana Galindo
1 comentario:
Hay que seguir con la esperanza de un tiempo mejor..
tus letras son intensas y las fotos bellas. Besos
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